Noticias

Bernardo García Izquierdo, consultor

Publicado 02.03.2022

Compartir

Bernardo García Izquierdo, consultor

Bernardo García Izquierdo es licenciado y doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, tiene un máster en Gestión Avanzada, además de diferentes postgrados. A nivel profesional, estuvo catorce años como profesor en la Universidad de Deusto. Trabajó para Naciones Unidas; dirigió la Fundación Anesvad y ahora trabaja como consultor. Las especialidades en las que se centra son sobre todo temas de medición y gestión del impacto social y en todo aquello que tiene que ver con apoyo al tercer sector: gestión estratégica, captación de fondos y comunicación. Es miembro fundador y vicepresidente de la Asociación española de medición de impacto social (ESIMPACT), y también forma parte de la comunidad de consultores de Stone Soup Consulting (B Corp).

¿Cuál es tu relación con el mar Balear?

Una de mis colaboraciones como miembro de Stone Soup ha sido la facilitación de un apoyo formativo en los ámbitos de comunicación y captación de fondos privados a entidades que trabajan por la conservación marina de Baleares, así como la mentorización y asesoramiento a una entidad en particular.

¿Cuáles crees que son los principales retos que afrontan estas entidades?

Percibo varios retos importantes a la vez que grandes oportunidades. Lo que más destacaría es que el propósito de las entidades que trabajáis por la conservación marina en Baleares tiene una relevancia extraordinaria y determinante para la sostenibilidad, no solo de este ecosistema en peligro, sino también para asegurar la calidad de vida de las personas que habitan y habitarán en estas maravillosas islas. Por lo tanto, todo lo que sea efectivo para llevar adelante este propósito colectivo, verificando el impacto social y ambiental de las iniciativas que se pongan en marcha, tiene un valor incalculable.

Por otro lado, es obvio que los recursos económicos son, por el momento, un factor limitante para escalar este impacto. Sin embargo, las tendencias internacionales de la filantropía, tanto individuales como corporativas, apuntan a que la sostenibilidad medioambiental se está convirtiendo en un foco creciente de interés. A eso hay que sumar el desafío que va a suponer gestionar adecuadamente el elevado volumen de recursos públicos vinculados al Green Deal de la Unión Europea. Y no me quiero olvidar del trascendental apoyo de la ciudadanía, que aún es pequeño comparado con otras causas sociales pero que está cada vez más sensibilizada y preocupada por estas cuestiones.

Una de las cuestiones más relevantes para que las ONG y fundaciones que trabajáis por la conservación del mar Balear podáis ser más efectivas en captar los recursos que se necesitan radica en comunicar más y mejor lo que lográis, los hitos que alcanzáis, en un lenguaje asequible y atractivo para el gran público.

Y otro de los factores clave para que se pueda hacer el mejor uso posible de los recursos es definir un rol, un ámbito de actuación y unas metas que sean estratégicos, asequibles y proporcionales con la dimensión y calidad de los medios con los que se cuenta.

¿Por qué es tan importante la medición del impacto social?

La medición del impacto social no es un concepto nuevo. Tradicionalmente, se ha visto relegada su aplicación por la dificultad técnica de su despliegue, por la desproporción entre los recursos que requiere frente a los resultados que se esperan, por el tiempo que se precisa entre la finalización de un programa o proyecto y la evidencia de su impacto, y, sobre todo, por la falta de sensibilización entre los actores que actúan en el desarrollo social sobre la necesidad de evolucionar del enfoque de medición de actividades y resultados a la medición y gestión por impacto social.

La gestión en el tercer sector se ha profesionalizado tanto en España como a nivel internacional. Tras años de una ardua lucha por la defensa de diversas causas y derechos, algunas de estas entidades han comenzado a cuestionarse el auténtico valor transformacional de esta ingente y compleja tarea. Las personas que apoyan económicamente estas iniciativas también dan muestras de cansancio al no ver cambios sustanciales y sostenibles. La aparición de nuevos movimientos sociales que han conectado con un amplio espectro de la sociedad civil es otro signo de distanciamiento respecto al papel y a la aportación desde algunos ámbitos del tercer sector.

La medición del impacto social surge en este escenario como una oportunidad para que estas entidades comiencen a gestionar y capitalizar su conocimiento y larga experiencia, convirtiéndolo en un pilar esencial de la gestión y maximización del valor social derivado de su actividad. La gestión por impacto es también un enfoque propicio para replantearse el propósito último y el papel de la organización, ajustarlo con realismo a sus capacidades y recursos, y formular un relato que comprometa a la entidad con cambios concretos y alcanzables.

¿Qué otras herramientas son esenciales para el buen funcionamiento de una entidad del tercer sector?

El propósito, por muy loable y necesario que sea, necesita de una cultura organizativa que lo traduzca en logros concretos, que se impregne en el equipo y que el mismo sea capaz de autogestionarlo con flexibilidad, capacidad adaptativa, y equilibrio con el autocuidado de las personas que lo compongan. En mi dilatada experiencia conociendo entidades del tercer sector de muy diversa dimensión, ámbito y modelo de gestión, el factor crítico siempre ha sido la gestión de las personas y de los equipos. Cada organización es como un ser vivo con entidad propia, y como tal deberíamos interpretar y abordar lo que ocurre en su interior, tratando de aprender de la naturaleza las claves que hacen que esa célula organizativa evolucione orgánicamente, se transforme y contribuya a irradiar vida, bienestar e impacto positivo a su alrededor.

Test rápido para enamarados

Un libro: “Preguntas a un maestro zen”, de Taisen Deshimaru.
Una imagen que te evoque las Baleares: aguas turquesas de las calas de Menorca.
Una especie marina: el caballito de mar.
Una persona u organización de referencia: una persona de referencia Nelson Mandela, y una organización de referencia la Comunidad Budista Soto Zen de Luz Serena.
Una playa: Oyambre, en Cantabria.
Una frase que te defina: Dar siempre la mejor versión de mí mismo.
¿Optimista, realista o pesimista? Realistamente optimista.