Ricard Borràs Tejedor es licenciado en Ciencias del Mar y Ciencias Ambientales, ha trabajado para el OBSAM como becario; en los espacios naturales protegidos de las Pitiusas como educador ambiental; en el Ayuntamiento de Maó como técnico de Medio Ambiente; en el Parque Natural de s'Albufera des Grau coma técnico de conservación; y desde hace casi 10 años trabaja al Servicio de Planificación en el Medio Natural en la gestión de los Espacios Red Natura 2000 de competencia autonómica que hay declarados en Menorca.
¿En qué consiste tu trabajo?
Básicamente en evaluar todos los planes, proyectos o actividades, tanto públicos como privados, que se quieran llevar a cabo en espacios protegidos Red Natura 2000, tanto marinos como terrestres. Se trata de analizar si las actuaciones incluidas en estos proyectos, planes o actividades, pueden afectar negativamente a las especies o a los hábitats de interés comunitario de estos espacios. Otra de las tareas fundamentales que llevamos a cabo desde el servicio es la elaboración, revisión y tramitación de los planes de gestión Natura 2000 de los diferentes espacios Red Natura 2000, una tarea muy compleja y exigente a la cual no le podemos dedicar todo el tiempo que querríamos y que realmente necesita. Paralelamente intentamos impulsar la ejecución de algunos de los proyectos o actuaciones que recogen los planes de gestión, como por ejemplo la señalización de los espacios Red Natura 2000.
¿Por qué es tan importante disponer de más áreas marinas protegidas y con una gestión más eficaz?
El mar es una fuente de recursos valiosísimos, pero para asegurar su valía es imprescindible el mantenimiento de unos mares y océanos en el mejor estado de conservación posible, y está demostrado científicamente que las AMP son la mejor herramienta para lograr este objetivo.
Las AMP aseguran la conservación de los hábitats y especies que son claves en el funcionamiento de todo el ecosistema marino. Hay que recordar que si tenemos un mar en buen estado de conservación este nos ofrecerá multitud de servicios ecosistémicos que son la base de nuestra salud y también de nuestra economía. Además, en las AMP bien gestionadas estos servicios ecosistémicos actúan de forma sinérgica, y por tanto, los unos con los otros se potencian.
¿Cómo crees que podemos lograr el objetivo del 30 % del mar protegido en 2030? ¿Y el del 10 % altamente protegido?
A nivel balear, lograr el objetivo del 30x30 es relativamente sencillo. Estamos en una buena posición en términos de porcentaje del mar Balear protegido; ahora hay que gestionar estas AMP de forma eficaz y para ello hay que aprobar los planes de gestión de los LIC y ZEPA de competencia estatal, y que estos incorporen una regulación de usos y actividades coherente con los valores que pretenden proteger y, lo que es más importante, que lleven asociada una vigilancia efectiva y suficiente. La Administración autonómica también debe hacer los deberes y acabar de aprobar los planes de gestión Natura 2000 de ámbito marino que todavía están pendientes de aprobación y mejorar sustancialmente los que se aprobaron en 2007. Hace falta, además, regular la pesca dentro de todas las AMP declaradas de una forma diferenciada respecto a las zonas marinas no protegidas.
En cuanto al objetivo del 10 % no-take zone soy mucho más pesimista. Estas zonas son importantísimas desde el punto de vista de la conservación integral de todo el ecosistema marino y en ellas podemos observar el mar en estado puro sin explotación humana. Además, son una fuente de exportación de recursos vivos (peces adultos, alevines, huevos, larvas) hacia otras zonas del mar no protegidas o no protegidas de forma tan estricta. Ahora bien, en Baleares la pesca recreativa y, también la profesional de artes de menores, están muy arraigadas al territorio y nadie quiere una zona no-take delanter de su casa. Además, la tendencia de estas zonas en Baleares parece que está cambiando y las recientes modificaciones de las normativas de las reservas marinas baleares permiten, aunque de forma muy reducida, cierto grado de aprovechamiento pesquero, como es el caso de las zonas de buceo especial de las Reservas Marinas del Toro y Malgrats y de la Isla del Aire, o del Área B de la Reserva Marina del Norte de Menorca. Esto hace pensar que cada vez se aprobarán menos zonas no-take en sentido estricto. Es necesario mucho trabajo de pedagogía ciudadana y sectorial para mejorar el grado de aceptación de estas áreas no-take y también voluntad política para declararlas y no echarse atrás, como ha sido el caso de la Reserva Marina de la Isla del Aire. Debemos recordar que el porcentaje de zonas no-take en Baleares es ínfimo, muy inferior al 1 % de las aguas territoriales y, si además, solo tenemos en consideración las zonas no-take en sentido estricto, el porcentaje es todavía mucho más ridículo.
¿Qué crees que la ciencia ciudadana marina puede aportar a la administración?
La ciencia ciudadana es un herramienta fundamental para obtener información muy valiosa de nuestros ecosistemas marinos. Nos permite detectar la presencia de especies en zonas que nunca se habían detectado, establecer patrones de movilidad de las especies entre las diferentes zonas geográficas e, incluso, de patrones de movilidad de individuos concretos de algunas especies como es el caso del mero. Permite completar los listados de especies que habitan una determinada AMP y que después pueden ser objeto de medidas de conservación. En definitiva, la información que nos ofrece la ciencia ciudadana –una vez ha sido validada científicamente– sirve de base para elaborar los instrumentos de gestión de las AMP.
¿Cómo valoras el nivel de protección marina que tiene Menorca actualmente?
Yo le pondría un aprobado justito. Ciertamente, tenemos muchas AMP pintadas en el mapa, pero su efectividad es muy baja. Tenemos una carencia flagrante de recursos de vigilancia, tanto en las reservas marinas como en el resto de AMP. Además, una gran parte de estas AMP pintadas en el mapa no tienen una gestión efectiva. De hecho, ni tanto solo tienen aprobados instrumentos de gestión. A la práctica esto se traduce en unas AMP donde las actividades que se llevan a cabo en su interior son exactamente las mismas y con la misma intensidad que las que se llevan a cabo fuera, y evidentemente esto no tiene ningún efecto sobre la recuperación de los recursos marinos y de la biodiversidad. Por otro lado, a pesar de los esfuerzos de protección de las praderas de posidonia y de Cymodocea nodosa que se han llevado a cabo por parte de la administración en los últimos años, la realidad es que todavía hay un porcentaje significativo de embarcaciones que fondea encima estos valiosos hábitats.
Ricard Borràs practicando surf en la Reserva Marina del Nord de Menorca. Foto: Ricard Borràs.
¿Cómo nace tu vínculo con el mar?
Bien es verdad que de muy pequeño siempre he estado vinculado al mar, pero básicamente el vínculo nace yendo a nadar, a pescar, a navegar con mis padres, y ya de mayor, practicando mi deporte preferido: el surf.
Test rápido para enamarados
Un libro: Observando el tiempo, de Alfred Rodriguez Picó.
Una imagen que te evoque las Baleares: Es Vedrà.
Una especie marina: Cormorán.
Una persona u organización de referencia: Kike Ballesteros, del CSIC-Blanes.
Una playa: Punta Prima.
¿Optimista, realista o pesimista? Realista.
