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Un paso decisivo para reducir la contaminación marina

Publicado 09.12.2024

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Un paso decisivo para reducir la contaminación marina

El pasado 22 de noviembre, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico confirmó aquello que desde Rezero y otras organizaciones ambientales llevamos quince años denunciando: que el Estado español se encuentra lejos de cumplir los objetivos de reciclaje de envases y que urge la implantación de un sistema de retorno de envases a nuestro país.   

Reconocimiento del incumplimiento 

Lo que ha hecho público el ministerio es que España no cumple el objetivo de recuperación del 70% de las botellas de bebidas de plástico desechable de hasta 3 litros que establece la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Solo se llega a recuperar un 41,3% del total de botellas y esto es un INCUMPLIMIENTO con mayúsculas. 

Este incumplimiento activa la obligación para las empresas envasadoras, fabricantes y distribuidoras a implantar, en todo el territorio español y en un máximo de 2 años, un sistema de depósito, devolución y retorno (*SDDR) para los envases de bebidas. 

Implicaciones  

Esto significa que, por fin, se empieza a poner solución a la proliferación de envases desechables abandonados en las playas, calles y espacios naturales y al impacto que causa esta contaminación a los ecosistemas. Un impacto importantísimo, pues cada día se abandonan en el Estado español más de 35 millones de envases desechables. En las Islas Baleares, estamos hablando de más de un millón de envases que, diariamente, contaminan nuestros ecosistemas marinos y terrestres y se integran dentro de las aguas del Mediterráneo por centenares de años. Envases que, gracias a los *SDDR, dejarán de estar presentes en el medio natural porque tendrán un valor asociado que incentivará su retorno en las tiendas.  

Esto significa que, después de más de dos décadas de mantener un sistema de recogida de envases que se ha demostrado (hoy más que nunca) ineficiente, se hace un paso adelante hacia un sistema, el *SDDR, que garantiza una recuperación de entre un 80 y un 90% en todos los países y regiones donde ya se ha implantado. 

Se traduce en que nuestros municipios dejarán de asumir una responsabilidad y un coste económico que no les correspondía. Los que tienen que asegurar y pagar el 100% del coste que supone la gestión de sus productos cuando se convierten en residuos son los responsables de poner estos productos en el mercado. 

En las Islas Baleares este es un hito especialmente importante. Llega después de más de 10 años de campañas conjuntas con las entidades de la plataforma Por un Mar sin Plástico, después de la elaboración de múltiples estudios, de la realización de trabajo con los comercios y los ayuntamientos, y después de la aprobación de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados de las Baleares que permitió el diseño del piloto de retorno de envases en la Isla de Formentera. Y esto significa que, por fin, y como muy tarde el 22 de noviembre del 2026, podremos ir a las tiendas y supermercados y devolver las botellas de plástico, latas y briks de agua, refrescos, zumos, bebidas energéticas e isotónicas y algunas bebidas alcohólicas como las cervezas. 

Recuperación de un modelo de gestión de los envases que no derroche los recursos naturales ni contamine nuestro territorio 

El retorno de envases es un modelo que no es nuevo a nuestro país. Recordamos que antes de que la industria de las bebidas y la alimentación pasase a distribuir sus productos en envases desechables, la práctica habitual era que nuestros envases se recogieran en las tiendas y supermercados y se volvieran a llenar y utilizar. Son los denominados envases reutilizables, que hoy en día solo sobreviven en los establecimientos de restauración (bares, restaurantes…) y están en claro retroceso. 

El planteamiento del SDDR contemplado en la Ley de Residuos española y el Real Decreto de Envases, desgraciadamente, deja fuera los envases de vidrio (en respuesta a determinadas presiones del sector en la fase de negociaciones de la normativa y que las organizaciones ambientales ya denunciamos en su momento). Aun así, esperamos y trabajaremos para que una vez se implante el SDDR, se incluyan de forma generalizada los envases de vidrio para avanzar de forma decidida hacia la reutilización. Eso sí que sería auténtica economía circular. 

Este paso supondrá, sin duda, un avance importante como sociedad, comercios y empresas hacia un modelo de producción y consumo que no continúe derrochando los recursos naturales y que se enfrente con visión de futuro y responsabilidad a los retos de nuestro presente.  

Por todo esto, desde Rezero, celebramos esta declaración de incumplimiento y esta manifestación de obligatoriedad de aplicación del SDDR. Continuaremos trabajando para que la implantación del sistema se haga dentro de los plazos establecidos, huyendo de posibles estrategias de dilatación, garantizando que se logre el máximo de recuperación y que los envases retornables y reutilizables sean una realidad en nuestros comercios. 

Rosa Garcia

Directora general de Rezero