Noticias

Annya Crane, investigadora

Publicado 22.06.2021

Compartir

Annya Crane, investigadora

Annya Crane es una apasionada del mar y siempre ha soñado con trabajar más cerca de este entorno. Recientemente ha obtenido un máster en Antropología cultural y social en la Universidad de Ámsterdam. Decidió centrar su investigación en el estudio de las comunidades de pescadores a pequeña escala de las islas Baleares y vincularlo con el trabajo de la Fundación Marilles. Cree en la investigación interdisciplinar y, en este sentido, en el papel de la antropología en la conservación marina. Antes de estudiar antropología, Annya se graduó en gestión cultural y desarrollo internacional en la universidad de Barcelona. Annya tiene más de 10 años de experiencia dirigiendo amplios proyectos y trabajos de cambio de comportamiento en el desarrollo internacional para ONG y la UNESCO en París.

¿Por qué Menorca para tu investigación del Máster?

Podría haber elegido cualquiera de las islas Baleares para este estudio, ya que todas las comunidades pesqueras parecen enfrentarse a retos similares. Decidí centrarme en Menorca por varias razones, en primer lugar porque era más pequeña que Mallorca y, por lo tanto, más manejable en el plazo que tenía. La investigación etnográfica, que se utiliza en Antropología, requiere pasar mucho tiempo con la comunidad estudiada. Esta elección también parecía alinearse con el interés de Marilles, ya que era la isla donde menos trabajo se había realizado con la comunidad pesquera hasta la fecha.

¿Cuál fue tu tema de investigación?

Mi investigación se centró en la tensa relación entre la sostenibilidad social, cultural, económica y medioambiental desde la microperspectiva de cómo las empresas familiares pesqueras intentan mantenerse. Me cuestioné si hay futuro para la pesca profesional en Menorca, tanto desde el problema de la falta de renovación generacional como en relación con la sostenibilidad ambiental de su práctica y el estado del mar. Esto me permitió conocer a las familias de pescadores y su historia, pasar tiempo en tierra y en el mar con ellos y entender por qué sus hijos no se interesan por la pesca. Entablé sólidas relaciones con muchos pescadores, lo que me permitió comprender sus opiniones y comportamientos respecto a las recomendaciones de conservación.

¿Qué ha aprendido durante sus 4 meses en Menorca?

Muchas cosas. El sector pesquero en Menorca está arraigado en una larga tradición social y cultural. Aunque los pescadores suelen preocuparse por lo que ocurre en su propia embarcación, no son individualistas, son actores sociales cuyas decisiones y motivaciones no se rigen únicamente por factores económicos. Están inmersos en una compleja relación con políticas que a menudo están lejos de su realidad, relaciones sociales, normas y valores. Los pescadores son bastante pesimistas, están frustrados y a menudo sienten que tienen poco que ver con las decisiones que les conciernen. También vi la voluntad de muchos pescadores de hacer las cosas de otra manera, de volver a prácticas de pesca más sostenibles y tradicionales, pero para que eso ocurra hay que darles apoyo. La mayoría de los pescadores tienen una relación única con el mar que quiero creer que puede contribuir a los modelos de conservación. Hay que salvaguardar esos conocimientos.

¿Hay un futuro prometedor para el sector pesquero profesional?

Quiero creer que puede haber un futuro para la pesca artesanal en Menorca. Para definir cómo podría ser necesitamos promover un modelo de cogestión en el que los pescadores, los conservacionistas y la sociedad civil trabajen juntos para evitar políticas de arriba abajo que estén alienadas con el territorio. El sector se enfrenta al reto de atraer a las generaciones jóvenes que no provienen de familias de pescadores. También es necesario salvaguardar el conocimiento que los pescadores tienen del mar y asegurarse de que los jóvenes pescadores lo adquieren. Hay que fomentar el uso de artes de pesca de bajo impacto y apoyar a los pescadores que están dispuestos a hacer las cosas de forma diferente. Los consumidores también tienen un papel que desempeñar: debemos reconsiderar nuestro consumo de pescado, valorar los productos locales y diversificar las especies que consumimos para reducir el riesgo de sobrepesca.

 

Test rápido para enamarados:

Un libro: El mar que nos rodea, de Rachel Carson. Hace 60 años la autora ya dio la alarma de que nuestros océanos necesitan ayuda.

Una imagen que evoca las Baleares: El azul del Mediterráneo y las puertas de madera del Camí de Cavalls en Menorca.

Una especie marina: todas las ballenas por supuesto. Tuve la suerte de ver lo que creo que era un rorcual común en abril sentada en Punta Nati en Menorca viendo la puesta de sol. Fue mágico.

Una organización o persona de referencia: Tracy Edwards porque también sueño con dar la vuelta al mundo algún día.

Una playa: Pregonda

Una frase que te define: mis amigos dicen que siempre hago que las cosas parezcan fáciles y factibles.

¿Eres optimista, realista o pesimista? Definitivamente optimista.