Observados dos ejemplares de Aguja de río en el puerto de Mahón
Publicado 01.09.2025
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Fotografía de un ejemplar tomada por Alba Piris.
La detección de esta especie vulnerable confirma la importancia ecológica y la necesidad de conservar los hábitats marinos del puerto de Mahón
Este mes de agosto, el equipo científico del proyecto de seguimiento de las bahías somas de Menorca, ha observado dos ejemplares de Aguja de río (Syngnathus abaster) en la costa norte del puerto de Mahón. Se trata de una especie protegida y muy sensible a los impactos sobre el medio, lo cual convierte su presencia en un indicador de la importancia ecológica que todavía conserva el puerto.
La observación ha sido registrada también en la plataforma Observadores del Mar y se ha podido documentar con imágenes.
La Aguja de río
La Aguja de río es un pez signátido de talla pequeña, de la familia de los caballitos de mar. Tiene el cuerpo recubierto de placas y el rostro tubular y habita en zonas poco profundas con vegetación marina como las praderías de Zostera o Ruppia. En las Islas Baleares se considera una especie vulnerable, puesto que sufre especialmente la destrucción y alteración de los hábitats costeros, la contaminación y la turbidez del agua y la desaparición de las praderías de fanerógamas marinas, que son su refugio natural. En Menorca, las observaciones son escasas y poco conocidas, especialmente en el puerto de Mahón, donde todavía no se han podido establecer estudios poblacionales.
Proyecto “Conservación y restauración de las bahías someras de Addaia, Fornells y puerto de Mahón”
El proyecto de conservación y restauración de las bahías someras es fruto de la colaboración entre el Instituto Menorquín de Estudios (IME), el Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM), la Agencia Menorca Reserva de Biosfera (AMRB), la Fundación Menorca Preservation (MeP) y la Fundación Marilles. Su objetivo es conocer el estado ecológico de los ecosistemas litorales de la isla, ponerlos en valor y proponer medidas de gestión para mejorar su estado de conservación.
Hallazgos como este ponen de manifiesto la necesidad de continuar estudiando y preservando los valores naturales de la bahía de Mahón, un entorno con muchos impactos provocados por la presión humana, pero que todavía mantiene una biodiversidad de especial interés.
Bahías someras: Un espacio degradado
Las bahías someras de Menorca albergan una gran cantidad de hábitats y especies singulares. No obstante, muchas presiones como la mala calidad del agua, el impacto de la navegación o la urbanización del litoral suponen una grave amenaza para ellas. Es por eso que durante las últimas décadas se han degradado considerablemente. La superficie de plantas marinas como la Posidonia o la Cymodocea; algas de gran valor ecológico, como la Cystoseira, y especies emblemáticas como los caballitos de mar han disminuido significativamente en sus aguas.
La bahía del Puerto de Mahón tiene una cuenca de 324 ha y destaca la vertiente histórica, puesto que nos evoca a un pasado marcado por la importancia de este puerto en el desarrollo de Menorca. Esta gran actividad humana del pasado y, en mayor parte, de la actualidad, ha hecho que definir medidas de conservación y restauración sea un verdadero reto. Mantener el nivel de actividad humana y mejorar el estado de conservación de los espacios naturales que todavía quedan será un trabajo de todos y todas.