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Asignaturas pendientes

Publicado 26.09.2025

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Asignaturas pendientes

Imagen: Jordi Cerdà Santacreu, cedida con fines de conservación - MARE

Ya hace unos días que se ha iniciado el curso escolar y el político. Es un buen momento para revisar las asignaturas pendientes que tenemos en protección del mar Balear.

La primera y la más destacada, en la cual el Gobierno de las Islas Baleares suspende con claridad, es la de reservas integrales. Solo un 1,7% de las aguas interiores (de competencia autonómica) están estrictamente protegidas, es decir, cerradas a la pesca.

Estos cotos de pesca son una inversión de futuro. Las reservas integrales son fábricas de peces para todo el mundo. Y los datos científicos y del mismo Govern así lo demuestran. Sabemos que en la zona donde no se puede pescar de la reserva de Tagomago hay cuatro veces más peces que afuera y el doble de peces que en la zona de reserva no integral. La pregunta que hay que hacerse es esta: si las reservas integrales son el motor de regeneración marina, multiplicando recurso pesquero y, además, protegiendo la biodiversidad que las habita, ¿por qué no tenemos más?

Otra asignatura pendiente es la de la vigilancia efectiva de nuestro mar y, en concreto, de los espacios marinos protegidos. A pesar del compromiso de muchos inspectores y agentes de medio ambiente, y la evidencia de que cuando se atrapa a un pescador furtivo o ilegal la administración actúa, como es el caso de hace pocos días en Cala Rajada, la realidad es que con los recursos actuales no podemos llevar a cabo una vigilancia efectiva de nuestros espacios marinos protegidos.

Este problema es particularmente grave en Ibiza, donde grupos organizados de pescadores submarinos pescan furtivamente en reservas marinas y venden el pescado ilegalmente a restaurantes cómplices de una práctica que nos hace más pobres a todos. La omertá que hay sobre este tema hace difícil acabar con las manzanas podridas de un sector (la pesca submarina), donde la mayoría de aficionados cumplen con la normativa y quieren continuar disfrutando de su afición.

En esta asignatura, la nota de los gobiernos insulares de Menorca, Ibiza y Formentera es un suspenso. Quizás tendrían que pensar en devolver las competencias de vigilancia pesquera al Govern, dado que de momento han demostrado poco interés en ejercerlas como es debido. En cuanto al ejecutivo balear, a pesar de que da pasos en la buena dirección, no asigna los recursos necesarios para poder tener una vigilancia efectiva de nuestros espacios marinos protegidos.

Para acabar, está la carencia de financiación. La inversión pública en conservación marina, es decir, en la infraestructura natural que sustenta parte del turismo, la pesca y la náutica, todavía es irrisoria. Ahora que estamos en época de presupuestos, podremos ver hasta dónde llega el compromiso real de las administraciones públicas con el mar Balear.

Quedan muchas más asignaturas. Una es la elaboración de los planes de gestión de espacios marinos protegidos, que el Govern ha externalizado, haciendo más difícil la participación de actores locales.

Otra es la necesidad de mejorar la investigación y el conocimiento de hábitats y especies vulnerables de las cuales sabemos muy poco. También podemos añadir la necesidad de poner en marcha un programa de seguimiento en biodiversidad marina. Justamente, este fue un tema transversal de las Jornadas de Biodiversidad Marina que celebramos el año pasado y que este año serán los días 16, 23 y 30 de octubre.

Esperamos que los “alumnos” se despierten y que el curso 2025-2026 sea más provechoso que los anteriores.

 

Aniol Esteban - Director