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La protección de los cetáceos frente al ruido submarino

Publicado 15.11.2021

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La protección de los cetáceos frente al ruido submarino

ESPAÑA PUEDE SER PIONERA A NIVEL MUNDIAL EN LA PROTECCIÓN DE LOS CETÁCEOS FRENTE AL PROBLEMA DEL RUIDO SUBMARINO

El Plan de Gestión del Corredor de Migración de Cetáceos debe ser una herramienta clave para avanzar en la lucha contra el cambio climático y el ruido submarino

Tras el importante reconocimiento internacional otorgado a España por el Convenio de Barcelona (UNEP/MAP) al declarar el Corredor de Migración de Cetáceos como Zona de Especial Importancia para el Mediterráneo, el Gobierno español tiene ahora la posibilidad de ser pionero a nivel mundial en la protección de los cetáceos frente al grave problema del ruido submarino tomando una serie de medidas que simultáneamente contribuirían a reducir la huella climática del transporte marítimo.

“España tiene en sus manos una oportunidad única para reducir de forma cuantitativamente relevante las emisiones de ruido submarino y transformar una zona con una gran intensidad de tráfico marítimo en una zona silenciosa para la fauna marina. El Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo podría convertirse en un ejemplo de importancia internacional de mejores prácticas ambientales en una zona marina protegida", declaró Nicolas Entrup, codirector de Relaciones Internacionales de OceanCare, organización internacional para la protección del medio marino, en rueda de prensa conjunta con Alnitak y la Fundación Marilles, celebrada esta mañana en Mallorca.

En la citada rueda de prensa, se ha presentado el informe de OceanCare Aguas silenciosas para ballenas y delfines”. Este documento está concebido con el fin de apoyar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el desarrollo del plan de gestión de la conservación del Corredor de Migración de Cetáceos, con un enfoque particular en las medidas de evitación, reducción y mitigación de actividades generadoras de ruido submarino. Se incluyen en dicho informe recomendaciones sobre seguimiento y ejecución del plan, con el fin de convertirlo en un ejemplo de Mejores Prácticas en la gobernanza de las áreas marinas protegidas, el cual podría reproducirse en otros lugares del mundo.

 

Foto: Alnitak.

En junio de 2018, el Gobierno español –atendiendo a las peticiones del Congreso de los Diputados y el Senado, el Gobierno y el Parlamento balear, la Generalitat de Cataluña y la Generalitat de Valencia, los Consells insulares, los principales ayuntamientos de estas islas, así como el de las ciudades de Barcelona y Valencia, entidades del sector privado y de la sociedad civil así como de numerosos científicos y organizaciones de conservación españolas e internacionales– declaró el Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo (una zona marina de 46.386 km² de alto valor ambiental situada entre las Islas Baleares y la Península) como Área Marina Protegida (AMP). Al año siguiente, en diciembre de 2019, el Convenio de Barcelona reconoció la importancia ambiental de esta AMP al declararla Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM). Tras su declaración como AMP y ZEPIM, el Gobierno español tiene ahora la obligación de elaborar un Plan de Gestión de este espacio marino protegido.

“Un Corredor de Migración de Cetáceos bien gestionado y financiado garantizará la conservación y mejora de las poblaciones de estos majestuosos animales, reducirá la contaminación acústica y climática y nos acercará hacia un Mediterráneo más sostenible. Baleares debe jugar un papel clave para que el corredor de cetáceos sea un éxito y un referente mundial en conservación marina”, afirmó Aniol Esteban, director de la Fundación Marilles.

Este espacio es de alto valor ecológico, no solo porque es una zona de paso migratorio para el rorcual común (una ballena barbada que es el segundo mamífero más grande del planeta) hacia sus áreas de reproducción y alimentación en el norte del Mediterráneo, sino también porque es un hábitat y una zona de alimentación para un amplio abanico de otras especies de cetáceos (de buceo profundo como el cachalote, el calderón común y el zifio de Cuvier; y para los delfines mular y listado, entre otros), además de varias especies de quelonios como la tortuga boba, pero también tiburones y aves marinas. Todas las especies mencionadas están incluidas en el Anexo II del Protocolo sobre áreas especialmente protegidas y diversidad biológica en el Mediterráneo del Convenio de Barcelona y, también, en el Anexo IV de la Directiva 92/43 / CEE "Hábitats".

Pero a pesar de su protección legal, estas especies están sometidas a fuertes presiones que ponen en riesgo su supervivencia. Entre ellas, debido al intenso tráfico marítimo existente en la zona, al riesgo de colisiones letales de grandes cetáceos con los barcos. Así mismo, los buques de pasajeros y de transporte de mercancías provocan elevados niveles de ruido submarino que ponen en peligro a las ballenas y delfines. El número de buques mercantes y de cruceros en los puertos españoles del Mediterráneo se acercó a los 125.000 en 2019, según datos oficiales del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. De hecho, el Corredor de Migración de Cetáceos ha sido identificado como un punto crítico de ruido submarino por el Acuerdo sobre la Conservación de los Cetáceos del Mar Negro, el Mar Mediterráneo y el Área Atlántica contigua (ACCOBAMS), tratado internacional del que España también forma parte.

En el Real Decreto 699/2018, que declaró la protección del Corredor de Migración de Cetáceos como Área Marina Protegida, el Gobierno español dejó claro que evitar, mitigar y reducir el ruido antropogénico bajo el agua es uno de los objetivos centrales para salvaguardar la conservación de la gran diversidad de especies marinas que utilizan esta área.

El ruido submarino antropogénico se ha identificado como un contaminante crítico que afecta negativamente a los ecosistemas marinos mundiales en numerosos estudios científicos. A escala mundial, el transporte marítimo comercial es una de las principales causas del ruido submarino, sobre todo porque cerca del 90 % del comercio mundial se realiza por mar.

“Será fundamental realizar una gestión efectiva del tráfico marítimo en el ZEPIM con el fin de reducir el ruido submarino y las emisiones de CO2, declaró Carlos Bravo, portavoz de OceanCare en España.

En ese sentido, la reducción de la velocidad de los buques es, entre las diferentes medidas operativas disponibles, la que puede contribuir de forma más rentable a reducir el impacto medioambiental del transporte marítimo. De hecho, esta medida permite reducir, de forma muy significativa y con efecto inmediato, las emisiones de CO2, los contaminantes atmosféricos como los óxidos de azufre (SOx), los óxidos de nitrógeno (NOx), las partículas y el carbono negro, así como el ruido submarino y el riesgo de colisiones con la fauna marina.

“Estamos ante una oportunidad única, ya que una medida como la reducción de velocidad beneficia a todos, tanto el medio ambiente, la seguridad en el mar y la propia industria del transporte”, afirmó Ricardo Sagarminaga, director de Alnitak.

Así mismo, el Corredor de Migración de Cetáceos cumple los requisitos para ser declarado Zona Marítima Particularmente Sensible (PSSA, en sus siglas en inglés) por parte de la Organización Marítima Internacional (OMI), debido a su importancia por atributos ecológicos, socioeconómicos y científicos reconocidos y que puede ser vulnerable a los daños causados por las actividades marítimas internacionales. Por ese motivo, en el informe se propone al Gobierno español que solicite a la OMI que la citada AMP/ZEPIM sea declarada en su totalidad como PSSA. 

Finalmente, hay que señalar que el  21 de enero de 2020, el Consejo de Ministros aprobó la Declaración del Gobierno ante la Emergencia Climática y Ambiental en la que se recuerda que “la región mediterránea está considerada uno de los “puntos calientes” globales en materia de cambio climático (…).Todo ello obliga a aprovechar las sinergias entre las políticas de la lucha contra el cambio climático y la conservación de la naturaleza, ambas fundamentales para garantizar el bienestar y supervivencia de la humanidad”.

“Animamos a todas las partes interesadas a unir fuerzas y escribir una historia de éxito para la conservación marina en el Mediterráneo”, manifestaron los portavoces de estas tres organizaciones.

Para más información, llamar a:

  • Nicolas Entrup, codirector de Relaciones Internacionales de OceanCare, al +43 660 211 9963
  • Carlos Bravo, responsable de Políticas Marinas en España de OceanCare, al +34 626 998 241
  • Aniol Esteban, director de la Fundación Marilles, al +34 656 192 262
  • Ricardo Sagarminaga, director de Alnitak, al +34 619 108 797

Documentos

  • Aguas silenciosas para ballenas y delfines

    Un documento elaborado por OceanCare

  • Quiet Waters for Whales and Dolphins

    A document prepared by OceanCare