"Para implicar a la comunidad es clave ser constante, estar disponible y adaptarse"
Publicado 18.03.2024
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Yaiza Santana Bernaldo (Mont-ral, Tarragona, 1989) es bióloga marina con un máster en biodiversidad marina y conservación. Su trayectoria profesional es muy variada, pero tiene un hilo conductor: la unión entre conservación marina y comunidad.
Desde muy pequeña, estuvo unida al mar. Cuando en la universidad conectó con Ecologistas en Acción, empezó a explorar la cogestión pesquera y la intersección entre ecologismo y realidad social. Ha trabajado con fanerógamas marinas y dinámicas de asentamiento de invertebrados, ha participado como marinera en campañas oceanográficas y ha dado la vuelta al mundo durante cinco años a bordo de una embarcación clásica siguiendo la ruta de Magallanes. Esta experiencia le dio una visión global de la realidad de los océanos y las comunidades costeras. Ahora, aplica estos conocimientos a escala local coordinando el proyecto "Sa Dragonera Blava" en la Fundación Save the Med.
En qué consiste el proyecto Sa Dragonera Blava?
Es un proyecto que tiene como objetivo final recuperar la buena salud y la biodiversidad de las aguas de sa Dragonera y el litoral de Sant Elm y de Andratx. Para conseguirlo trabajamos en tres ejes: sensibilización, comunidad y gestión del espacio. A partir del trabajo que hacemos con la comunidad, se ha creado la Xarxa Dragonera Blava, un proceso participativo multisectorial que tiene como objetivo conseguir una gobernanza participativa, es decir, que la comunidad y los sectores formen parte de la toma de decisiones de la gestión del litoral del municipio de Andratx y en especial de las aguas de sa Dragonera – Sant Elm. Hacemos encuentros trimestrales en formado foro participativo y actualmente hay tres mesas de trabajo instauradas en que se trabaja de forma continuada en los temas prioritarios para la comunidad de Sant Elm.
Empezasteis en 2019. Durante estos años, qué cambios se han producido en la implicación de la ciudadanía en la protección del área marina protegida?
En estos cuatro años de proyecto hemos conseguido instaurar un proceso participativo con representación de todos los sectores presentes en el litoral del municipio: buceo, náutica, pesca profesional, pesca recreativa, comercios locales, HORECA, residentes, ONG, asociaciones y administración. Esto es importante porque la comunidad está aprendiendo cómo llevar a cabo un proceso con una perspectiva diversa en la cual se llega a decisiones por consenso y escucha. Esto la hace más fuerte y resiliente.
"La comunidad está aprendiendo cómo llevar a cabo un proceso con una perspectiva diversa en la cual se llega a decisiones por consenso y escucha"
¿Podrías destacar alguno o algunos proyectos que habéis llevado a cabo?
A través del proceso participativo hemos desarrollado una guía de buenas prácticas y estamos llevando a cabo una campaña de comunicación de estas que creemos que tendrá un impacto muy positivo en la relación de las personas con el entorno. También estamos trabajando para hacer de Sant Elm un espacio de referencia en cuanto a la gestión de los fondeos de embarcaciones. Esta línea de trabajo está teniendo muy buena respuesta y creemos que en poco tiempo se empezarán a ver resultados. En estos años de proyecto, hemos conseguido también que las empresas locales tengan información clara sobre el medio marino y sobre las regulaciones en sa Dragonera y que estén implicados cuidar el entorno que los rodea. La administración también es una pieza clave. Actualmente, están implicadas la Dirección General de Pesca y la dirección del Parque Natural y del Ayuntamiento de Andratx. Todo está yendo en muy buena dirección.
¿Qué cambios habéis observado a la Reserva Marina de sa Dragonera?
Desde la implementación de la Reserva Marina en las aguas interiores de sa Dragonera (2016) y en las aguas exteriores (2020), hemos observado una mejora excepcional tanto de la cantidad de peces como de su tamaño, así como también de la diversidad de especies. La reserva marina rodea la isla de sa Dragonera y baña el litoral de Sant Elm. El espacio en que se nota más esta mejora es el Cap Llebeig. En el último seguimiento de los peces de interés pesquero, en 2022, se constató que en sus aguas interiores, el tamaño de los peces se había multiplicado por siete en comparación a antes de crear la RM y la cantidad ha aumentado mucho. Por ejemplo, la presencia de mero se había multiplicado por 40. Este punto de la RM es puede considerar un punto caliente (hotspot) de biomasa y diversidad.
"Desde que es reserva marina, en el Cap Llebeig el tamaño de los peces se ha multiplicado por siete"
¿Y en aguas exteriores?
Como la zona de aguas exteriores es una reserva integral donde no se puede hacer ninguna actividad extractiva y en algunas zonas no se puede llevar a cabo ninguna actividad, estamos viendo muchos menos impactos de anzuelos o redes. También empiezan a aparecer especies que antes costaba mucho ver, como la brótola de roca, el mero o la chicharra.
¿Cuáles son las principales presiones a las que está sometido?
Hay mucho tráfico de embarcaciones que atraviesan por el freu y que, además, lo hacen a una velocidad altísima. Esto impacta directamente en la vida marina de la zona, tanto por el ruido que hacen como por el peligro de colisiones, y en la vida de los residentes, puesto que hace que sea peligroso hacer kayak, nadar o estar en embarcaciones pequeñas, entre otros. Otros impactos destacables son los fondeos sobre posidonia por parte de embarcaciones de alquiler y también los derrames de las aguas sucias de estas embarcaciones directamente al mar. También afecta la gestión de las aguas residuales del pueblo y, evidentemente, el calentamiento de las aguas.
"El tráfico de embarcaciones y su velocidad afecta directamente tanto a la vida marina de la zona como a la vida de los residentes".
¿Creéis que la población está concienciada de la necesidad de proteger estos espacios?
La población de cada día más es consciente de esta necesidad. Sobre todo porque, por un lado, ve como se degrada el entorno y los impactos que hay y, por el otro, comprueba como mejora la vida marina a la reserva cuando se le da un poco de margen para recuperarse. Lo que hemos visto claramente es que hay una carencia de información clara sobre el entorno marino y las regulaciones de la zona. También hemos constatado que hay un sentimiento de escepticismo en el hecho de que se pueda dar un cambio real. Ahora bien, a través del proyecto también comprobamos que este sentimiento se está transformando en motivación y esperanza.
¿Qué es lo que más preocupa a la ciudadanía?
A la ciudadanía le preocupa mucho la calidad de las aguas a Sant Elm, la masificación, los fondeos sobre posidonia, el tráfico y velocidad de las embarcaciones y la carencia de información y concienciación.
¿Hay una receta para conseguir involucrar la comunidad local? ¿Cómo lo conseguís?
Cada comunidad tiene sus características y el proceso se tiene que adaptar al lugar y a la realidad local. Por eso, es fundamental escuchar y no asumir nada sin preguntar. Y, sobre todo, es importante estar presente, cumplir con aquello en lo que te comprometes, hacer propuestas realistas y a escala de lo que se puedan asumir y ofrecer espacios divertidos y dinámicos, que den ganas de implicarse. Creo que es clave ser constante, estar disponible y adaptarse a las necesidades locales.
¿Cuáles son los sectores más implicados?
En estos años de proyecto hemos visto una implicación grande del sector del buceo, de la pesca profesional, de los comercios y restaurantes locales y de las empresas de náutica, así como de los residentes y la administración. En los próximos años queremos trabajar más de cerca con el sector hotelero y el de la pesca recreativa.
¿Nos puedes explicar alguna experiencia que recuerdes especialmente de estos años con Xarxa Dragonera Blava?
Recuerdo el quinto foro de la Xarxa Dragonera Blava. Allí instauramos las mesas de trabajo y fue muy emocionante ver la gran participación de personas locales y ponernos a trabajar en temas concretos que habíamos decidido a través de un proceso largo de indagación colectiva de un año. Ver la motivación, la energía, la alegría que se respiraba y la seguridad de que íbamos por buen camino fue muy emocionante y motivador.
¿Siempre has tenido relación con el mar? ¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a la conservación marina?
Siempre me he sentido profundamente ligada al mar y me ha hecho sentir como en casa. Los orígenes canarios de mi padre y el hecho de que él haya vivido casi toda mi vida en Mallorca han sido una buena influencia. Desde muy pequeña me fue acercando al mar, enseñándome a leer las corrientes en las playas, a sumergirme, a hacer surf... Mi madre siempre me fomentó este amor por los océanos a partir de los 7 años, cuando le dije que quería ser bióloga marina.
TEST PARA 'ENAMARADOS'
Un libro: El país de las mujeres, de Gioconda Belli.
Una imagen que te evoque las Islas Baleares: un camino que pasa al lado de unos huertos y llega al mar.
Una especie marina: La barracuda.
Una persona o organización de referencia: Lolita Chávez, referente en la cosmovisión, el ecofeminismo y el trabajo dede la comunidad y su relación con la naturaleza.
Una playa: Cala Mesquida en invierno.
Optimista, realista o pesimista? Optimista.