Después de 3 años estudiando Farmacia para seguir con el negocio familiar, decidó dejar la carrera a medias y empezar a vivir su sueño: dedicarle la vida al mar, del que está enamorada desde que tiene memoria. Se licenció en Ciencias del Mar en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Su fascinación por los tiburones la llevó a México para especializarse en su estudio y formar parte de Pelagios Kakunjá, ONG por la conservación marina, mientras cursaba un Máster en Manejo de Recursos marinos. Su primer proyecto de investigación se enfocó en los patrones de movimiento del tiburón punta plateada en el Archipiélago de Revillagigedo. Su investigación más reciente se centra en el estudio de contaminantes orgánicos en tejidos de tiburón blanco. Hablamos con Gádor Muntaner, oceanógrafa especializada en tiburones y conservacionista marina.
Foto: Rafael Fernández.
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Ahora mismo estoy intentando combinar la ciencia con la divulgación, puesto que lo considero esencial poara la conservación marina. Tengo un proyecto de educación ambiental, donde doy charlas a escuelas, universidades y otras entidades para divulgar la importancia de los tiburones y de la conservación marina en general. También sigo publicando algunos artículos pendientes sobre contaminación en tiburones, y poniendo en marcha una ONG en conjunto con 11 mujeres dedicadas al mar.
Los tiburones y las rayas son animales imprescindibles para el equilibrio de los ecosistemas marinos. Están en la parte alta de las cadenas tróficas marinas y mediante la depredación regulan las poblaciones de otras especies. La gente piensa que en el Mediterráneo no tenemos, ¡pero no se cierto! Si los cuidamos, estoy segura de que en pocos años podremos tener avistamientos mucho más frecuentes.
¿Nos puedes explicar una experiencia marina memorable?
Es muy difícil escoger. Para mí, cada día en el mar es un regalo y todos los momentos son especiales. Pero recuerdo con especial afecto el primer día que vi un tiburón bajo el agua. Tenía 16 años y pensaba que moriría de miedo. Mi sorpresa fue un sentimiento totalmente contrario al esperado: paz, relajación y mucha admiración ante un animal tan perfecto y tan diferente al que nos enseñan las películas.
¿Y una en las Baleares?
También es muy difícil escoger, porque las Baleares me tienen el corazón robado. Fue en las playas de Mallorca donde, con unos 3 años, me puse por primera vez una máscara y unas aletas. Y desde entonces ¡casi no me las he sacado! Pero sí que puedo decir que el año pasado viví un momento único y muy especial: junto con el fotógrafo Enric Gener, pudimos nadar y hacer apnea con más de 12 móbulas durante un largo rato. ¡No hay que ir a las Maldivas para vivir una experiencia mágica!
Gádor Muntaner among sharks. Photo: Rafael Fernández.
Conservar el medio marino. ¿Por dónde empezamos?
Por nosotros mismos y por nuestras casas. Necesitamos avanzar más camino hacia la sostenibilidad, reducir el consumo de absolutamente todo (plásticos por supuesto, pero también otras cosas), cambiar la alimentación (preocuparnos para saber de dónde sale lo que estamos comiendo y qué impacto genera) y, por supuesto, educar a las nuevas generaciones en la conservación marina.
¿Y en cuanto a tiburones y rayas?
Es imprescindible regular y limitar la extracción de estas especies, así como estudiar sus patrones de movimiento para poder proteger las áreas más importantes para su ciclo biológico, como por ejemplo zonas de reproducción y alimentación.
Test rápido para enamarados:
Un libro: Breath, de James Nestor.
Una especie marina: Tintorera (Prionace glauca)
Una persona u organización de referencia: SylviaEarle.
Una playa: cualquiera del sur de Mallorca.
Una frase que te defina: Somos un gran organismo vivo que se llama planeta “Tierra”, formado por un 70 % de agua.
Optimista, realista o pesimista? Realista optimista.
Foto: Enric Gener.
