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Posidonia: aliada clave en la lucha contra el cambio climático

Publicado 16.07.2021

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Posidonia: aliada clave en la lucha contra el cambio climático

El aumento de la concentración de CO₂ en la atmósfera ya está cambiando nuestro clima, con importantes consecuencias a escala planetaria. Las olas de calor, como la que afecta estos días al hemisferio norte, demuestran la realidad del cambio climático.

Se calcula que más del 95% del carbono de las praderas marinas se almacena bajo ellas. Aunque los hábitats costeros cubren menos del 2 % de la superficie total del océano, representan aproximadamente la mitad del carbono total secuestrado en los sedimentos oceánicos.

Este calentamiento global está siendo parcialmente atenuado por la capacidad del océano de absorber no sólo una gran fracción del calor atmosférico sino también una gran proporción del CO₂ liberado a la atmósfera por los seres humanos.

El carbono almacenado en los ecosistemas costeros, principalmente en las praderas marinas, los manglares y las marismas, se conoce como "carbono azul". Estos hábitats secuestran y almacenan grandes cantidades de carbono, tanto en las plantas como en el sedimento que hay debajo.

 

Fotografía de una pradera de Posidonia oceanica con los rizomas a la vista. Foto: Miquel Gomila.

Mientras que a menudo el carbono absorbido por las plantas se devuelve a la atmósfera una vez que la planta muere y se descompone, las praderas marinas y hábitats similares son especialmente valiosos porque crecen sobre rizomas y raíces muertas, almacenando así el carbono debajo de ellas, hundiéndolo y enterrándolo en el sedimento.

En el caso de las praderas marinas, cubren menos del 0,2 % del suelo oceánico, pero almacenan alrededor del 10 % del carbono enterrado en los océanos cada año. La hierba marina endémica del Mediterráneo, Posidonia oceanica -la hierba marina de Neptuno-, es una de las plantas marinas con mayor capacidad de secuestro de carbono. Es una "máquina natural" muy eficiente capaz de atrapar el carbono de las aguas circundantes y enterrarlo en los sedimentos.

A medida que aumentan los esfuerzos colectivos para luchar contra el cambio climático a nivel europeo y mundial, es esencial reconocer el importante papel que desempeñan las praderas de Posidonia oceanica en el almacenamiento de carbono. Tenemos la suerte de que Baleares está a la cabeza en la protección de esta especie, y estamos decididos a trabajar duro para asegurar su protección continua e inspirar a otros rincones del Mediterráneo y más allá para que hagan lo mismo.

La posidonia crece muy lentamente, a un ritmo aproximado de 1 cm por año, pero con el tiempo puede formar densas praderas y acumular suficiente material por debajo para elevar significativamente el fondo marino, formando esteras que pueden superar los 3 metros de altura y acercarse mucho a la superficie del mar creando "arrecifes" como los que podemos ver en la Platja de S'Oratori en Portals Nous.

Además de actuar como eficientes reguladores del clima, las praderas de posidonia desempeñan un papel muy importante en la reducción del impacto de las olas y en la prevención de la erosión costera, y proporcionan muchos otros beneficios, como zonas de cría para los peces, aguas más limpias y magníficos hábitats para el buceo.

Cuanto más antigua y alta sea una pradera de posidonia, más carbono habrá almacenado debajo. Sin embargo, si la pradera desaparece o es eliminada, el carbono se devuelve al agua y, finalmente, a la atmósfera. Cuando se destruye la posidonia se pierde mucho más que la capa superior. Estamos descorchando el carbono que se ha almacenado durante cientos o miles de años.

Más información sobre el área de distribución de la Posidonia oceanica en Baleares en www.informemarbalear.org