Núria Costa: “Mi madre dice que aprendí a bucear antes que a hablar”
Publicado 13.02.2025
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Nuria Costa es oceanógrafa, instructora de buceo, patrón de embarcación y fotógrafa. También es la flamante ganadora del Accésit Denuntiare del certamen MARE, con Deadly ghost nets, una imagen que muestra la problemática de las redes de pesca fantasma en el mar Balear. Nacida en Valencia y de raíces ibicencas, vive en la mayor de las Pitiusas.
¿Nos puedes explicar la historia de la foto ganadora de MARE 2024? ¿Dónde la sacaste?
La hice en Punta Gavina, en Formentera. Es una de las inmersiones más conocidas y una de mis favoritas, con plataformas rocosas, arrecifes de posidonia y grandes bloques de piedra. Ese día nos sumergimos un poco más profundo y me sorprendió ver esta red enorme de pesca fantasma allí, entre todos los pináculos. Un montón de vida marina -corvinas, alguna langosta e incluso un pez ballesta, si no recuerdo mal-, había quedado en la red, y algunos peces habían muerto. Da mucha pena encontrar estas redes en puntos de inmersión tan frecuentados y conocidos. La vida que queda atrapada allí es vida que se pierde, ya que los pescadores no la aprovechan.
La fotografía submarina permite ver cosas que mucha gente no ve. ¿Qué es lo que más te gusta de esta profesión?
Lo que más me gusta es poder capturar esta belleza y fragilidad de los ecosistemas marinos. Cuando voy a bucear, se crean momentos únicos e irrepetibles. Y la imagen que resulta no tiene solamente un valor artístico. Mostrar la riqueza y la biodiversidad del mar también es una forma de concienciar a los demás sobre la importancia de conservarlo.
"Mostrar la riqueza y la biodiversidad del mar también es una forma de concienciar a los demás sobre la importancia de conservarlo".
¿Te encuentras con muchas imágenes dignas de ‘Denuntiare’?
Por suerte, no solemos encontrar redes como las de la imagen, aunque también es verdad que muchas veces buceamos en zona de reserva, donde suele haber más concienciación. Sí que son más habituales los plásticos y cuestiones más relacionadas con la contaminación. En las zonas menos frecuentadas suele haber más basura que en las conservadas, ya que los propios buceadores vamos recogiendo lo que nos encontramos. Es nuestro campo de juego y nos gusta mantenerlo limpio.
No es la primera vez que ganas un premio MARE. ¿Cómo empezó tu relación con el certamen?
Si no recuerdo mal, fue cuando estaba trabajando en un centro de buceo en Formentera. Sara [la creadora de MARE], entró por la puerta, nos explicó certamen y nos dio unos carteles. Me resultó superinteresante y lo vi como una oportunidad para dar el salto a los concursos. Nunca me había animado a hacerlo ni pensaba que mis fotos fueran lo suficientemente buenas. Y ¡qué mejor manera de hacerlo que con un concurso en casa, en el Mediterráneo! Participé en el primero y creo que he participado en todos. Además, seguiré haciéndolo.
¿Qué te gusta explicar con tus fotos?
Lo que más me gusta ver y mostrar es el comportamiento entre especies. Nos queda mucho por descubrir del mundo submarino, y ponerte las gafas y ver la interacción de la vida marina y, encima, enseñarlo a personas que no se han metido en el agua... para mi es maravilloso.
¿Cómo ves la salud del fondo marino balear?
Aunque, obviamente, ha ido degenerando un poco, creo que bastante resiliente. Hay épocas o años en qué ha tenido menos vida o ha habido alguna invasión de algas, pero siempre me parecía ver que volvía al estado original. Esto es una cosa que siempre me ha llamado la atención.
¿Hay mucha diferencia entre bucear en una reserva marina o en un espacio no protegido?
Sí, muchísima, tanto en la cantidad como en la variedad de vida que te encuentras. Por norma general, siempre queremos ir a la reserva, donde todo está más controlado, el hábitat está mejor conservado y hay mucha más vida. Y también por proximidad. Además, en Ibiza y Formentera tenemos una zona buenísima, que es Es Freus.
¿Cuáles son tus zonas preferidas para sacar fotos?
Aprovecho cualquier inmersión y siempre encuentro algo digno de fotografiar. Siempre intento encontrar un ángulo o un enfoque interesante. En cuanto al lugar, el Mediterráneo suele tener una mejor visibilidad, aunque encuentras más vida en sitios más tropicales. Aun así, le tengo mucho cariño a la foto en el Mediterráneo. Eso sí, allá donde voy, siempre voy con mi cámara. Eso significa llevar una maleta más, pero siempre merece la pena.
"Aprovecho cualquier inmersión y siempre encuentro algo digno de fotografiar".
¿Crees que la fotografía puede contribuir a la conservación marina?
Sí, porque te permite enseñar un mundo tan frágil y desconocido, además de llegar a gente que no ha metido nunca la cabeza bajo el agua. Y concursos como MARE te permiten llegar a muchísima más gente, claro.
¿Nos puedes explicar alguna experiencia buceando que recuerdes especialmente?
Una de las primeras experiencias de comportamiento de especies que me gustó muchísimo fue ver las gambitas limpiadoras en las bocas de las morenas. Las dos especies viven en simbiosis y las gambas els hacen de "dentistas". Por su parte, las morenas son muy respetuosas, mantienen la boca abierta y van con mucho cuidado al cerrarla. Ver una especie que parece agresiva con este comportamiento tan frágil y delicado llama mucho la atención. Además, una de las experiencias que recuerdo con más cariño fue mi primer encuentro con las mantas oceánicas del sur, en Bali. Es el animal que tiene una ratio cerebro-cuerpo más grande del mundo. Es muy inteligente y cuando estás con ellas lo entiendes.
"Una de las experiencias que recuerdo con más cariño fue mi primer encuentro con las mantas oceánicas del sur, en Bali".
¿Siempre has tenido relación con el mar? ¿Por qué decidiste dedicarte a él?
He crecido ceca del mar y, inevitablemente, siempre he sentido amor y pasión por él. Mi madre dice que aprendí a bucear antes que a hablar y supongo que tiene razón. Siempre pasaba los veranos en Ibiza, en la casa familiar. Cuando íbamos a la playa, tan buen punto me ponía las gafas e iba al agua, ya me habían perdido. Cuando tuve la edad mínima para bucear, que son los 14 años, en Navidades me regalaron el curso de buceo, y ya no he parado. Además, he ido enganchando a familia y conocidos al mundo marino. Lo que siempre he querido ha sido en el mar y transmitir mi pasión por él i por eso decidí promover su conservación a través del buceo.
TEST PARA ENAMARADOS
Un libro: El quinto día, de Frank Schätzing
Una imagen que te evoque Baleares: Paraíso mediterráneo
Una especie marina: Manta oceánica (Manta birostris)
Una persona u organización de referencia: Sylvia Earle
Una playa: Cala Comte
Optimista, realista o pesimista: Demasiado realista