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Cristina Linares: "Una cuarta parte de los corales y gorgonias del mar Balear están amenazados"

Publicado 15.04.2025

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Cristina Linares: "Una cuarta parte de los corales y gorgonias del mar Balear están amenazados"

La doctora Cristina Linares es de Ibiza y tiene una larga trayectoria en seguimiento de biodiversidad marina en espacios marinos protegidos. Profesora e investigadora de la Universitat de Barcelona, está fuertemente ligada en el estudio del mar Balear y, más concretamente, de los corales y gorgonias que lo habitan. En las Jornadas de Biodiversidad Marina del pasado mes de noviembre fue muy clara: “estamos presenciando extinciones funcionales”. 


¿A qué te refieres cuando dices que en el mar Balear se están produciendo extinciones funcionales? 
Cuando se habla de extinciones, normalmente se hace referencia a la desaparición de especies concretas. Pero, lo que estamos viendo en la naturaleza es que a veces las especies no llegan a desaparecer del todo, porque todavía quedan algunos ejemplares, a pesar de que sí que podemos considerar que se han perdido las funciones que tienen en el ecosistema. Es muy preocupante, y no se habla mucho de ello.


¿Los invertebrados son los grandes desconocidos del mar? ¿Por qué son tan importantes?
De especies de invertebrados marinos hay muchas. Desde esponjas y corales, hasta crustáceos tan importantes como las langostas. Algunas tienen un interés comercial muy elevado, mientras que otras, como los corales y gorgonias, considerados como formadores de hábitat, proveen estructura que da refugio a un elevado número de especies


¿Sabemos cuántas especies de corales y gorgonias hay en el mar Balear? ¿Podríamos decir que la mayoría están en buen o mal estado de conservación?
A pesar de que se hace difícil dar un número exacto, podríamos considerar que tenemos más de un centenar de especies de corales y gorgonias en el mar Balear, y una cuarta parte de estas se pueden considerar amenazadas en diferente intensidad. Encontramos desde el coral de profundidad Isidella elongata, que está en peligro crítico, hasta el coral rojo o la Cladocora caespitosa, que están consideradas amenazadas en la lista roja de la UICN.


¿Cuáles son los principales impactos que les afectan? 
Son muchos. La mayoría de gorgonias y corales son muy vulnerables a las presiones, dado que son especies de crecimiento lento y que pueden llegar a vivir muchos años. Podríamos decir que actualmente los principales impactos para estas especies son aquellos derivados de la pesca, ya sea por las capturas accidentales o por el impacto directo de sus artes, y el cambio climático, sobre todo por encima de los 50 metros de profundidad.


¿Ha cambiado mucho el paisaje submarino del mar Balear desde que empezaste a estudiarlo?
Cuando empecé a bucear por trabajo en las Baleares, con Kike Ballesteros, todavía no habían llegado los impactos devastadores de las olas de calor. Los bosques de gorgonias del Imperial de Cabrera y los Islotes de Poniente en Ibiza, por ejemplo, estaban en un estado de conservación muy bueno, excepto algunos impactos puntuales de los artes de pesca. Ahora, en la mayoría de lugares con gorgonias y corales por encima de los 50 metros, estas especies han sufrido mortalidades derivadas de las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas.

"En la mayoría de lugares con gorgonias y corales por encima de los 50 metros, estas especies han sufrido mortalidades derivadas de las olas de calor".


¿Destacaríais algún espacio marino protegido del mar Balear por sus buenos resultados? 
Actualmente, diría que todos los espacios tienen la misma problemática. El impacto del cambio climático es lo más evidente, pero también las especies invasoras. Además, en los lugares donde se puede pescar cerca de hábitats y especies vulnerables, tenemos que sumar el impacto de las artes de pesca. 


¿Qué es necesario para mejorar la conservación del mar? ¿Más financiación? ¿Actuaciones más estratégicas?
De hecho, y relacionado con lo que he comentado anteriormente, tendríamos que mejorar la protección de estas especies entre 50 y 100 metros de profundidad, que es una franja de profundidad que podría actuar como un refugio climático pero con muchos impactos derivados del algunas modalidades de pesca. Estas profundidades han sido las grandes olvidadas a nivel de investigación y también de protección. Además, una mayor financiación por los espacios protegidos ayudaría para garantizar la vigilancia y, por lo tanto, el cumplimiento de las normativas ya existentes.


No todos los tipos de protección funcionan igual. ¿Cómo valoras la protección estricta respecto de otros tipos de protección?
Tener espacios de protección estricta es imprescindible para garantizar la protección efectiva de los ecosistemas y recursos marinos. Pero estos tienen que estar donde toca, siguiendo criterios científicos (y no en los lugares donde “molestan” menos, que es la situación de estos lugares en muchos espacios protegidos) y cubriendo una superficie significativa, incluyendo la mayor diversidad de hábitats posibles. Tenemos muchas evidencias científicas de que estos espacios son los que permiten una recuperación de los ecosistemas. Si se recuperan los hábitats y las especies, esto también se beneficioso por la recuperación de los servicios ecosistémicos que proveen.

"Tener espacios de protección estricta es imprescindible para garantizar la protección efectiva de los ecosistemas y recursos marinos".


¿Siempre has tenido relación con el mar? ¿Por qué decidiste dedicarte en su estudio y conservación? 
Nacer en Ibiza en una familia que ama el mar me permitió pasar muchos ratos en el mar, en la barca de mis padres. Esto hizo que desde muy pequeña lo tuviera muy claro. Nunca me imaginé haciendo otra cosa y, por suerte, lo conseguí.


TEST PARA ENAMARADOS

Un libro: Cod, de Mark Kurlansky.
Una imagen que te evoque las Baleares: Los islotes y el color del mar.
Una especie marina: La gorgonia roja Paramuricea clavata.
Una persona u organización de referencia: Kike Ballesteros.
Una playa: Sa Figuera Borda, en Ibiza, y Migjorn en Formentera.
Optimista, realista o pesimista: A pesar de que la situación actual no ayuda demasiado, siempre optimista pero con los pies en tierra.