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La presión humana y turística en las Illes Balears se acelera en los últimos años

Published 12.06.2025

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La presión humana y turística en las Illes Balears se acelera en los últimos años
El número de turistas que visitan las islas aumentaba en 224.335 turistas al año entre 1959 y el 2000, mientras que entre el 2000 y 2024 este incremento ha sido de 376.100 turistas al año.

Las Illes Balears son una comunidad esencialmente turística, con el turismo como principal motor de la economía (45 % del PIB directo). El 99,1 % del total de las plazas turísticas se concentra en municipios con costa.

El Informe Mar Balear recoge datos del Indicador de Presión Humana (IPH) y del número de turistas y de plazas turísticas a lo largo del tiempo.

Aumento de visitantes

El número de turistas que visitan las Illes Balears cada año ha aumentado de 320.000 turistas en 1959 hasta un máximo 18,7 millones de turistas en 2024; multiplicándose por 58 en 66 años. Si lo miramos a lo largo del tiempo, entre el 1959 y el 2000, el aumento ha sido de 224.335 turistas al año, mientras que entre el 2000 y el 2024 este incremento ha sido de 376.100 turistas al año.* A lo largo de este siglo, el número de turistas se ha casi doblado, pasando de 9,8 a 18,7 millones. Si continuáramos creciendo al mismo ritmo que los últimos 25 años, en 2050 recibiríamos más de 28,5 millones de turistas.

Aumento de plazas turísticas

El número de plazas turísticas legales ha aumentado de 14.609 en 1959 a 607.522 en 2023, multiplicándose por 41 el número de plazas en 65 años. Las plazas turísticas en viviendas turísticas de vacaciones —alquiler turístico—, han ido ganando importancia en relación con las plazas de alojamiento turístico —plazas hoteleras y de apartahoteles principalmente. En Mallorca, en el año 2024 hubo un total de 103.915 plazas de alquiler turístico, mientras que había un total de 309.728 plazas de alojamiento turístico. Formentera es la isla con un mayor porcentaje de plazas turísticas en viviendas turísticas de vacaciones, con un 47 % en 2021 y 2022. Ibiza es la isla que tiene un porcentaje menor, con un 19,8% en 2022. En Mallorca, 1 de cada 4 plazas turísticas es de alquiler vacacional, mientras que en Menorca es una de cada 3, en Ibiza 1 de cada 5 y en Formentera 1 de cada 2.

Aumento de la presión humana

La afluencia de turistas impacta directamente sobre el Indicador de Presión Humana (IPH).

El Indicador de Presión Humana muestra una clara tendencia al alza en todas las Illes Balears, con la media aumentando en 18.994 personas en el año, el máximo en 21.466 personas al año y el mínimo en 17.360 personas cada año. Esto nos indica que el turismo crece a más velocidad que la población residente. Este aumento es mayor en el caso de la isla de Mallorca, seguida por las Pitiusas (Ibiza y Formentera) y, en último lugar, por Menorca, que es la isla que presenta una tasa de crecimiento poblacional menor, tanto residente como visitante.

El aumento de la población visitante provoca picos de más de 2 millones de personas a la vez en las Illes Balears. En el año 2024 se superaron los máximos de presión humana registrados hasta el momento en el conjunto de las Islas y en Mallorca y Menorca. El máximo valor registrado hasta el momento ha sido de 2.079.541 personas a la vez en las Illes Balears el día 7 de agosto de 2024.

Impactos en la costa

La gran presión humana y turística que afecta las Illes Balears causa un gran número de impactos sobre el medio marino, en buena parte debido al aumento en la producción de residuos y en el consumo de recursos.

Playas. Cada bañista se lleva unos 34 gramos de arena de forma involuntaria cada vez que visita una playa. A esto hay que sumarle la eliminación de arena de las playas durante las maniobras de retirada de los restos de posidonia acumulada que se llevan a cabo durante la temporada turística. En un contexto de cambio global, en que la subida del nivel del mar amenaza la desaparición de la mitad de la superficie aérea de las playas a finales de siglo, estas pérdidas de arena contribuyen a poner todavía más en peligro el futuro de nuestras playas. La masificación afecta las especies costeras de varias maneras. Las cremas solares se disuelven en el agua y pueden provocar diferentes tipos de afectaciones en los organismos marinos e interferir en el intercambio de gases entre la atmósfera y el agua de mar.

La masificación de la costa afecta el comportamiento de organismos, como por ejemplo los delfines. El ruido también afecta negativamente un gran número de especies marinas. Hay estudios que demuestran que incluso la posidonia se ve negativamente afectada por el ruido submarino provocado por las embarcaciones. Una elevada presión humana también produce una gran generación de aguas residuales, que tienen que ser tratadas a las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR). Durante los meses de verano, algunas EDAR superan su caudal máximo, sobrepasando su capacidad y repercutiendo de forma negativa en la calidad
del agua que se vierte al medio marino.

*Para elaborar estos cálculos se han eliminado los datos de 2020 y 2021 que fueron anómalos debido a la crisis social y sanitaria provocada por la COVID-19.